La lengua latina es oriunda de la zona del Lacio, una pequeña región de la Italia central. Allí se asentó, hacia el año 1000 aC, el pueblo latino, de origen indoeuropeo. Habiendo habitado durante siglos en pequeños pueblos dispersos y dedicados principalmente a la ramadería y a la agricultura, hacia el siglo VIII aC desecaron una llanura colindante al río Tíber, donde establecieron, alrededor del año 753 aC, la ciudad que recibiría el nombre de Roma. Al margen de las realidades históricas comprobables, gozaba de gran difusión la leyenda que mitificaba los orígenes de Roma atribuyéndoselos a los hermanos Rómulo y Rémulo, los cuales habían sido amamantados por la loba capitolina.
La ciudad estuvo gobernada durante un primer período por un sistema monárquico, en el cual se sucedieron siete reyes , los tres últimos de los cuales fueron de origen etrusco. El fin de la monarquía, que se produjo en el año 509 aC con el destierro de Tarquinio el soberbio, marcaría un momento clave en la historia de la ciudad. A partir de entonces, Roma sería gobernada por un sistema republicano que iría gestando las instituciones políticas básicas, como el senado o las magistraturas, que determinarían la futura expansión y consolidación de Roma, y de su lengua.
En época republicana, Roma consolidaría su dominio priemro sobre el Lacio y más adelante sobre toda la península Itálica, dominando desde la zona de Etruria hasta la Magna Grecia peninsular en el sur. A principios del siglo III aC, Roma ya dominaba la península Itálica, y había impuesto con las armas el domini de su lengua: la latina. A pesar de ello, debe apuntarse la excepción de los pueblos griegos asentados en el sur, los cuales, aún sometidos políticamente a Roma, no sufrieron una imposición lingüística dado el respeto que sentía el pueblo romano por la cultura helénica, de la cual Roma se consideraba, erróneamente por lo que parece, heredera.
Con la primera guerra Púnica, iniciada en el año 264 aC a razón del conflicto surgido en Sicilia entre las poblaciones fenicias y las helénicas, estas últimas aliadas de Roma, comenzó la expansión de Roma alrededor del Mediterráneo. Dicha expansión estuvo siempre relacionada de manera directa con el proceso de romanización, mediante el cual Roma se encargaba de dotar de infraestructuras los territorios conquistados así como de establecer la base para el control de los pueblos sometidos y la imposición de las leyes romanas, así como de su cultura y de su lengua.
En el siglo IaC se dieron en el propio seno de la república Romana una serie de conflictos y problemas interiores, alimentados por la gran expansión territorial y los problemas resultantes de abastecimiento y control. Fue un siglo convulso, marcado por dos guerras civiles, el ascenso de Julio César al poder y finalmente por el fin de la República y el establecimiento del imperio en el año 27 aC, con Octavio Augusto como primer emperador romano. Un período de paz relativa fue seguido por otro de nueva expansión. Pero en el siglo III dC, el imperio volvió a entrar en una crisis que desembocaría en su desintegración en el siglo V dC.
La herencia de Roma permanece latente hasta nuestros días. Con la expansión del imperio, los legionarios introdujeron en las tierras conquistadas un elemento comunicativo y cultural que hasta el día de hoy ha dejado huella en aquellas lenguas que derivan del latín, las llamadas lenguas romances. A partir de las variantes del latín vulgar se desarrollaron en diversas zonas del imperio las lenguas que, con el paso del tiempo, se irían distanciando del modelo originario hasta definirse como lenguas diferenciadas.
La lengua latina se caracteriza por presentar, al igual que el griego, un sistema morfológico flexionado para los sustantivos y conjugado para los verbos. Estos sistemas son herencia directa de la lengua protoindoeuropea de la cual deriva el latín, por lo cual se observan diversas similitudes entre las diversas lenguas indoeuropeas en cuanto al funcionamiento de estos sitemas de flexión y conjugación.
La flexión verbal, es decir, la conjugación, modifica el verbo en función de persona, número, modo, tiempo y voz, como en castellano.
Por otro lado, la flexión nominal, la declinación, afecta las terminaciones de sustantivos, ajetivos, participios y pronombres e indica el caso, número y género en el que se halla la palabra. Según el caso (nominativo, vocativo, acusativo, genitivo, dativo o ablativo) la palabra desempeñará una determinada función en la oración.
Caso | Función sintáctica | |
Nominativo | → | sujeto, atributo |
Vocativo | → | invocación |
Acusativo | → | CD, CC |
Genitivo | → | CN, CRV |
Dativo | → | CI, CRV |
Ablativo | → | CC |
El sustantivo está sujeto a una serie de variaciones que se añaden en forma de desinencia al tema (raíz) de la palabra. Estas variaciones componen el sistema de declinaciones, que varían según el tema de la palabra en cuestión. Así se difiere entre tres cinco declinaciones: la primera, de tema en -a; la segunda, de tema en -o; la tercera, de tema en consonante y de tema en -i; la cuarta, de tema en -u; y la quinta, de temas femeninos en -e.
Los mecanismos de declinación se detallan en el apartado "Flexión nominal".
El latín permite el uso de preposiciones únicamente delante de palabras en caso acusativo o ablativo. También puede darse la combinación con un genitivo. En el caso del acusativo, cabe remarcar que suele expresar la "dirección" que toma la acción de la palabra, es decir, su finalidad, producto, sentido, etc. Las amplísimas posibilidades que ofrece la flexión latina a la hora de expresar relaciones sintácticas complejas permiten prescindir, en mayor medida que en castellano, del uso de preposiciones, que suele ofrecer en latín una complejidad reducida.
A continuación, un breve listado de preposiciones según el caso que rigen:
-Preposiciones de acusativo
ad (hacia)
ante (delante de)
apud (entre, junto a, en)
circa (cerca de)
cis (de este lado)
contra (en contra de)
extra (por fera de)
in (hacia dentro de)
infra (por debajo de)
inter (entre)
intra (por dentro de)
iuxta (junto a)
per (por medio de)
post (después de)
prope (cerca de)
sub (bajo)
super (encima)
supra (encima de)
trans (a través de)
ultra (más allá de)
versus (hacia)
-Preposiciones de ablativo
ab, a (desde, por)
cum (con)
de (acerca de)
ex (desde el interior de)
prae (delante de)
pro (en favor de)
sine (sin)
-Preposiciones de genitivo
causa (a causa de)
ergo (a causa de)
gratia (con objeto de)
Los adjetivos siguen las mismas normas de declinación que los sustantivos, por lo cual pueden seguir la primera, segunda, tercera, cuarta o quinta declinación de estos. Dependiendo de las declinaciones que empleen para cada género, los adjetivos se pueden clasificar de la manera siguiente:
-Adjetivos que siguen la primera y la segunda declinación
Este grupo presenta adjetivos de tres terminaciones.
El masculino y el neutro siguen la segunda declinación de los sustantivos mientras que los femeninos presentan las terminaciones propias de los nombres de la primera declinación. Ejemplo: bonus, -a, -um (bueno).
-Adjetivos que siguen la tercera declinación
Este grupo de adjetivos puede presentar dos terminaciones o una sola.
En el caso de los adjetivos de dos terminaciones, la terminación -is se emplea para las formas masculinas y femeninas, y -e para el neutro. Se declinan como los temas en -i de la tercera declinación. Ejemplo: fortis, -e (fuerte).
Los adjetivos de una única terminación para los tres géneros siguen también la tercera declinación de los temas en -i o en consonante. Ejemplo: prudens, prudentis (prudente).
Detalles sobre uso y los grados del adjetivo se concretarán aparte.
Los verbos están sometidos en latín, al igual que en castellano, a la flexión verbal, la conjugación. Estas variaciones gramaticales indican voz, modo, tiempo, número y persona. El latín hace, además, una notoria diferenciación entre temas de aspecto imperfectivo (infectum) y perfectivo (perfectum).
La voz puede ser activa, cuando el sujeto realiza la acción; o pasiva, cuando el sujeto recibe la acción del verbo.
El modo puede ser indicativo, cuando se hace referencia a una acción real; imperativo, cuando se trata de una orden; subjuntivo, cuando se expresa la acción como una posibilidad; infinitivo, cuando la acción se expone como elemento subordinado a otro verbo; y participio, cuando la acción se halla relacionada con un grupo nominal.
Los tiempos pueden ser presente, imperfecto, futuro, pretérito perfecto, pluscuamperfecto y futuro perfecto.
El número puede ser singular o plural y la persona puede ser 1ª, 2ª o 3ª.
Los detalles de la conjugación se concretarán en el apartado de flexión verbal.
Los pronombres suelen sustituir, como en castellano, a un sustantivo ya nombrado o sobreentendido. Puesto que su declinación es distinta a la de los nombres, adjetivos y participios, se exponen a continuación los paradigmas de los pronombres más relevantes:
-El pronombre personal
1ª Persona | 2ª Persona | |||
singular | plural | singular | plural | |
N | ego | nos | tu | vos |
Ac | me | nos | te | vos |
G | mei | nostrum, nostri | tui | vestrum, vestri |
D | mihi | nobis | tibi | vobis |
Ab | me | nobis | te | vobis |
Nuestro pronombre personal de tercera persona suele substituirse por el pronombre demostrativo ille, illa, illud. También existe un pronombre personal reflexivo de tercera persona que, a partir del acusativo, se declina "se, sui, sibi, se".
Los pronombres posesivos siguen la declinación de los adjetivos de tres terminaciones:
meus, mea, meum
tuus, tua, tuum
suus, sua, suum
noster, nostra, nostrum
vester, vestra, vestrum
suus, sua, suum
-El pronombre relativo qui, quae, quae
Singular | Plural | |||||
masculino | femenino | neutro | masculino | femenino | neutro | |
N | qui | quae | quod | qui | quae | quae |
Ac | quem | quam | quod | quos | quas | quae |
G | cuius | cuius | cuius | quorum | quarum | quorum |
D | cui | cui | cui | quibus | quibus | quibus |
Ab | quo | qua | quo | quibus | quibus | quibus |
El pronombre relativo indica el comienzo de una oración subordinada y está relacionado con un antecedente en la oración principal, con el que concuerda en género y número a pesar de presentarse en el caso que exija su función en la subordinada. La oración subordinada complementa al antecedente.
-El pronombre demostrativo hic, haec, hoc (este)
Singular | Plural | |||||
masculino | femenino | neutro | masculino | femenino | neutro | |
N | hic | haec | hoc | hi | hae | haec |
Ac | hunc | hanc | hoc | hos | has | haec |
G | huius | huius | huius | horum | harum | horum |
D | huic | huic | huic | his | his | his |
Ab | hoc | hac | hoc | his | his | his |
-El pronombre demostrativo iste, ista, istud (ese)
Singular | Plural | |||||
masculino | femenino | neutro | masculino | femenino | neutro | |
N | iste | ista | istud | isti | istae | ista |
Ac | istum | istam | istud | istos | istas | ista |
G | istius | istius | istius | istorum | istarum | istorum |
D | isti | isti | isti | istis | istis | istis |
Ab | isto | ista | isto | istis | istis | istis |
-El pronombre demostrativo ille, illa, illud (aquel)
Singular | Plural | |||||
masculino | femenino | neutro | masculino | femenino | neutro | |
N | ille | illa | illud | illi | illae | illa |
Ac | illum | illam | illud | illos | illas | illa |
G | illius | illius | illius | illorum | illarum | illorum |
D | illi | illi | illi | illis | illis | illis |
Ab | illo | illa | illo | illis | illis | illis |
-El pronombre de identidad idem, eadem, idem (el mismo)
Singular | Plural | |||||
masculino | femenino | neutro | masculino | femenino | neutro | |
N | idem | eadem | idem | eidem | eaedem | eadem |
Ac | eundem | eandem | idem | eosdem | easdem | eadem |
G | eiusdem | eiusdem | eiusdem | eorundem | earundem | eorundem |
D | eidem | eidem | eidem | eisdem | eisdem | eisdem |
Ab | eodem | eadem | eodem | eisdem | eisdem | eisdem |
El masculino plural puede presentar también las formas "iidem" o "idem". Los dativos y ablativos plurales pueden presentar también las formas "iisdem" o "isdem".
-El pronombre de identidad ipse, ipsa, ipsum (el mismo)
Singular | Plural | |||||
masculino | femenino | neutro | masculino | femenino | neutro | |
N | ipse | ipsa | ipsum | ipsi | ipsae | ipsa |
Ac | ipsum | ipsum | ipsum | ipsos | ipsas | ipsa |
G | ipsius | ipsius | ipsius | ipsorum | ipsarum | ipsorum |
D | ipsi | ipsi | ipsi | ipsis | ipsis | ipsis |
Ab | ipso | ipsa | ipso | ipsis | ipsis | ipsis |
-El pronombre y adjetivo anafórico is, ea, id (este)
Singular | Plural | |||||
masculino | femenino | neutro | masculino | femenino | neutro | |
N | is | ea | id | ei | eae | ea |
Ac | eum | eam | id | eos | eas | ea |
G | eius | eius | eius | eorum | earum | eorum |
D | ei | ei | ei | eis | eis | eis |
Ab | eo | ea | eo | eis | eis | eis |
El masculino plural podía presentar también las formas "ii" e "i". Los ablativos y dativos plurales podían presentra asimismo las formas "iis" e "is".
-El pronombre indefinido/interrogativo quis/qui, quae/qua, quid/quod (¿quién?, ¿qué?)
Singular | Plural | |||||
masculino | femenino | neutro | masculino | femenino | neutro | |
N | quis/qui | quae/qua | quid/quod | qui | quae | quae/qua |
Ac | quem | quam | quid/quod | quos | quas | quae/qua |
G | cuius | cuius | cuius | quorum | quarum | quorum |
D | cui | cui | cui | quibus | quibus | quibus |
Ab | quo | qua | quo | quibus | quibus | quibus |
El latín somete los sustantivos a un sistema de flexión, llamado declinación, que mediante el uso de distintas desinencias indica propiedades inherentes a la propia palabra así como la función sintáctica de esta en relación con la oración a la cual esté integrada. Hay tres géneros: masculino, femenino y neutro; dos números: singular y plural; y seis casos: nominativo, vocativo, acusativo, genitivo, dativo y ablativo.
El caso indica la función sintáctica que desempeña el nombre en la oración. El nominativo ejerce de sujeto o atributo; el vocativo de invocación; el acusativo de complemento directo o de complemento circunstancial (cuando esté precedido de preposición); el genitivo de complemento del nombre o de complemento regido (cuando lo exija el verbo); el dativo ejerce de complemento indirecto o de complemento regido (cuando lo exija el verbo); y el ablativo de complemento circunstancial.
Las desinencias que se añaden a la raíz del tema nos indican, pues, género, nombre y caso de la palabra. Esas desinencias se pueden estructurar en cinco declinaciones: la primera, la segunda, la tercera, la cuarta y la quinta.
Tema en -a
Presenta los sustantivos masculinos y femeninos de tema en -a.
Masculino y femenino | ||
Singular | N | a |
V | a | |
Ac | am | |
G | ae | |
D | ae | |
Ab | a | |
Plural | N | ae |
V | ae | |
Ac | as | |
G | arum | |
D | is | |
Ab | is |
Tema en -o/-e
Presenta los sustantivos masculinos y algunos femeninos en -us, así como sustantivos en -er y neutros en -um.
Masculino y femenino | Neutro | ||
Singular | N | us/r | um |
V | e/r | um | |
Ac | um | um | |
G | i | i | |
D | o | o | |
Ab | o | o | |
Plural | N | i | a |
V | i | a | |
Ac | os | a | |
G | orum | orum | |
D | is | is | |
Ab | is | is |
Tema en consonante y en -i
Presenta sustantivos de los tres géneros.
Masculino y femenino | Neutro | ||
Singular | N | s/Ø | t/c/en/us/ur/e/al/ar |
V | s/Ø | t/c/en/us/ur/e/al/ar | |
Ac | em/im | t/c/en/us/ur/e/al/ar | |
G | is | is | |
D | i | i | |
Ab | e/i | e/i | |
Plural | N | es | a/ia |
V | es | a/ia | |
Ac | es | a/ia | |
G | um/ium | um/ium | |
D | ibus | ibus | |
Ab | ibus | ibus |
Los temas en -i emplean en el acusativo singular la desinencia -im; en el ablativo singular, la desinencia -i; y en el genitivo plural, la desinencia -ium. También toman la desinencia -ium en el genitivo plural aquellas palabras cuyo tema termine con dos consonantes. Los masculinos o femeninos de tema en -i presentan las terminaciones -is, -es o -er; son neutros de tema en -i aquellos que terminan en -e, -al o -ar.
Tema en -u
Presenta los sustantivos masculinos y femeninos en -us, así como neutros en -u.
Masculino y femenino | Neutro | ||
Singular | N | us | u |
V | us | u | |
Ac | um | u | |
G | us | us | |
D | ui | ui | |
Ab | u | u | |
Plural | N | us | ua |
V | us | ua | |
Ac | us | ua | |
G | uum | uum | |
D | ibus | ibus | |
Ab | ibus | ibus |
Tema en -e
Presenta sustantivos femeninos en -es, así como algún masculino.
Masculino y femenino | ||
Singular | N | es |
V | es | |
Ac | em | |
G | ei | |
D | ei | |
Ab | e | |
Plural | N | es |
V | es | |
Ac | es | |
G | erum | |
D | ebus | |
Ab | ebus |
Para la conjugación de los verbos latinos han de tenerse en cuenta seis conceptos básicos: la voz, el modo, el tema aspectual, el tiempo, el número y la persona.
La voz puede ser activa, cuando el verbo expresa una acción que es llevada a cabo por el sujeto; o pasiva, cuando el sujeto sufre la acción.
Hay en latín cinco modos: indicativo, imperativo, subjuntivo, infinitivo y participio.
Hay seis tiempos: presente, imperfecto, futuro, pretérito perfecto, pluscuamperfecto y futuro perfecto.
Hay dos números: el singular y el plural.
La persona puede ser primera, segunda o tercera.
Se distinguen en la lengua latina cuatro conjugaciones, que se anuncian normalmente mediante la primera persona del singular del presente de indicativo, la segunda persona del presente de indicativo, el infinitivo de presente, la primera persona del pretérito perfecto de indicativo y el supino:
1ª: -o, -as, -are, -avi, -atum
2ª: -eo, -es, -ere, -evi, -etum
3ª: -o, -is, -ere, -i, -um
4ª: -o, -is, -ire, -ivi, -itum
La voz activa y la pasiva presentan dos esquemas diferenciados de desinencias personales:
Desinencias personales-Voz Activa | Desinencias personales-Voz Pasiva |
o/m | r |
s | ris/re |
t | tur |
mus | mur |
tis | mini |
nt | ntur |
Los tiempos de presente, pretérito imperfecto y futuro pertenecen al tema de presente (infectum); los tiempos de pretérito perfecto, pretérito pluscuamperfecto y futuro perfecto se forman a partir del tema de perfecto (perfectum), por lo tanto, la raíz de un mismo verbo variará según se halle en un tiempo de presente o de perfecto. El tiempo pretérito perfecto simple presenta unas desinencias personales propias:
Desinencias personales-Perfectum | ||
i | ||
isti | ||
it | ||
imus | ||
istis | ||
erunt/ere |
A continuación se exponen las desinencias básicas de los tiempos verbales según las voces:
Indicativo | Imperativo | Subjuntivo | Infinitivo | Participio | |
Presente |
raíz+ DPVA | raíz (2ª singular) raíz+te (2ª plural) |
raíz+e+DPVA (1ª conj.) raíz+a+DPVA (2ª, 3ª y 4ª conj.) |
raíz+re | raíz+nt+ desinencia |
Imperfecto |
raíz+ba+DPVA | raíz+re+DPVA | |||
Futuro | raíz+bi+DPVA (1ª y 2ª conj.) raíz+e+DPVA (3ª y 4ª conj.) |
Participio futuro en acusativo+ esse |
raíz/supino+ urus, -a, -um | ||
Perfecto | raíz+DPP | raíz+eri+DPVA | raíz+isse | ||
Pluscuam. |
raíz+era+DPVA | raíz+isse+DPVA | |||
F. Perfecto |
raíz+eri+DPVA |
El imperativo no presenta primeras ni terceras personas.
Indicativo | Subjuntivo | Infinitivo | Participio | |
Presente |
raíz+ DPVP | raíz+e+DPVP (1ª conj.) raíz+a+DPVP (2ª, 3ª y 4ª conj.) |
raíz+ri (1ª, 2ª y 4ª conj.) raíz+i (3ª conj.) |
|
Imperfecto |
raíz+ba+DPVP | raíz+re+DPVP | ||
Futuro | raíz+bi+DPVP (1ª y 2ª conj.) raíz+e+DPVP (3ª y 4ª conj.) |
Gerundio en acusativo+esse |
||
Perfecto | PPP+ Pres. Ind./sum |
PPP+ Pres. Subj./sum |
Participio perfecto pasivo en acusativo+esse |
raíz/supino+ -us, -a, -um |
Pluscuam. |
PPP+ Pret. Imp. Ind./sum |
PPP+ Pret. Imp. Subj./sum |
||
F. Perfecto |
PPP+ Fut. Ind./sum |
Los tiempos perfectos de la voz pasiva se construyen por el participio perfecto pasivo y el verbo "sum" en el tiempo indicado.
El supino se obtiene a partir del anunciado del verbo, y su raíz surge de la eliminación de la terminación -um.
Eduardo Valentí Fiol: Gramática de la lengua latina. Barcelona, Editorial Bosch, 1999.
Mercè Miralles: Llatí I i II. Institut d'Educació Secundària Lluís Domènech i Montaner, Reus. Cursos 2010/2011 i 2011/2012.
Interior y portada del libro: Eduardo Valentí Fiol: Gramática de la lengua latina. Barcelona, Editorial Bosch, 1999.